o una trufa a la deriva.
Me salí a regañadientes
sin fingidas urgencias
sin infladas medidas.
Entre medusas modulando
el modus operandi de la mar.
Entre mapas desiertos de hastío
entre lunas menguantes de amor
entre jinetes ebrios de cascadas
entre bucles de agua y dolor.
¡Yo me salí!
Me salí en volandas
me salí en salero
me salí saliendo
por el agujero.
El conejo blanco no lleva reloj
pero sí orejas de seda y tímpano
todos los sombreros que añoré
truncaron sus copas en ímpetu.
¡ Adiós reloj! ¡ Adiós reloj!
Cuenta el minutero
el kikirikí de gallinero.
¡ Me salí!
No fue fácil entre centauros
ni entre orugas orugando.
¡ Cuánta fusiformidad!
¡ Cuánta exudación!
¡Cuánta chaladura!
¡ Cuánto cha cha chá !
(¿ Fue suya la culpa?)
Salí incólume, impoluta
con mi verde esmeralda sombrero
sombrereando entre las sombras
que vuelven pardo al agujero.
Despacio buceando,
salí balbuceando
el aroma del vino
el idioma del sino.
Si o no. ¡No más reloj!
¿ Puedes ver, blanco conejo,
ciego amable consejero,
que tu audaz truço de magia
me sacó de mi sombrero?
Salida en salitre
Salada salida
Saliendo dolida
de la copa triste.
¡Gracias, Reloj...!
¡ Gracias ,Conejo...!
¡ Gracias Ingenio...!
¡ Muchas gracias, Sombrero...!
¡Me salí!
"Mais alors, dit Alice, si le monde n'a absolument aucun sens, qui nous empêche d'en inventer un?/ pero entonces, dijo Alicia, si el mundo no tiene absolutamente ningún sentido, qué nos impude inventar otro?" Lewis Carroll
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